Desde hace más de una década, el sector cultural tiene la convicción de que en la República Dominicana urge un cambio de modelo de políticas culturales. Ante los cambios acaecidos en el mundo, producto del proceso de globalización cultural, este modelo, tiene que basarse en la promoción y desarrollo de las industrias culturales, como eje dinámico del nuevo paradigma cultural.Recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), presentó el informe titulado ¨Las industrias Culturales en América Latina y el Caribe: Desafíos y Oportunidades¨, documento importantísimo, que evidencia el alto interés que poseen los organismos internacionales, sobre la problemática de la cultura y los procesos de industrialización y mercados de los productos simbólicos.
Francesco Lanzafame, especialista de ese organismo multilateral, expuso recientemente los resultados de dicho informe en un taller internacional sobre cultura y crecimiento económico, que se llevó a cabo en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) con el coauspiciado del BID. Dicho informe, busca monitorear la dinámica del sector de las industrias culturales en América Latina y el Caribe. Este estudio, según da cuenta el informe, es producto de la demanda que recibe el BID, a consecuencia del desarrollo que experimenta el sector en la región.
Lanzafame y las coautoras Alessandra Quartesan y Mónica Romis, presentan un panorama sobre los distintos aspectos que inciden en las industrias culturales y sectores creativos, incluyendo por supuesto, las artes visuales y escénicas, como a los sectores: editorial, turismo cultural, medios de comunicación y multimedia, entre otros. Desde esta perspectiva, dicho informe conceptualiza la problemática de las industrias culturales, al tiempo de analizar la potencialidad que poseen en la economía regional, asi como sus fortalezas y debilidades.
El BID incluye a la República Dominicana en este estudio, evidenciándose el vacío de información existente, debido a la falta de un sistema de indicadores que permita medir el impacto de las industrias culturales. En ese sentido, el informe aborda algunos aspectos tales como el gasto cultural público, la piratería, el potencial de la República Dominicana en turismo cultural y en diseño, al contar con la Escuela de diseño de Altos de Chavón entre otros aspectos citados.
El documento que fué dado a conocer en septiembre pasado, sería fruto de varias visitas de una misión que encomendara el Departamento de Capacidades Institucional y Financiera del BID. Con la publicación del mismo, se persigue propiciar en la región una discusión sobre los distintos aspectos que se vinculan al tema y que requieren ser abordados, para que las industrias culturales puedan fortalecerse dentro de políticas nacionales y regionales.
El informe del BID advierte sobre la factibilidad y externalidades positivas que poseen las industrias de base cultural, especialmente para el desarrollo local. En ese mismo tenor, instan a los países a diseñar políticas que promuevan vínculos entre el sector público y privado y permitan la intervención del Estado, en su función correctiva, ante las distorsiones que surgen del proceso de producción y comercialización.
Vale recordar que el país hace dos años, llevó a cabo un Seminario-Taller que analizó a profundidad estos aspectos, que al parecer han quedado en el olvido. Tal evento contó con los auspicios de la Secretaría de Estado de Cultura, la Agencia Española de Cooperación (AECI), el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana y el Consejo de Competitividad. A tales entidades, se sumaron la valiosa cooperación de la Universidad de Barcelona y la Fundación INTERARTS de España.
Ver el informe: (http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=1156415)
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