II Congreso Mundial de CGLU, 30 de octubre 2007
“Nuestras sociedades corren el riesgo de verse privadas de sentido porque están dominadas por la disolución de las prácticas y la conciencia, de los actores y los discursos”.
¿Podremos vivir Juntos?
Alain Touraine
¿Podremos vivir Juntos?
Alain Touraine
Frente al deterioro del medio ambiente, grupos ecologistas, instituciones públicas, organizaciones no gubernamentales y sector privado; crearon las condiciones para que las Naciones Unidas impulsara una Agenda de trabajo, como propuesta para detener esta preocupante situación, de cara al siglo XXI. Con tal iniciativa, los Estados y gobiernos locales lograrían desarrollar acciones comunes para enfrentar los problemas medioambientales.
Consecuentemente, con el grave deterioro del medioambiente, la UNESCO muestra interés por el impacto que, de modo similar, sufre la cultura en el mundo de hoy. La llamada Década Mundial sobre la Cultura y el Desarrollo (1988-1997) y el plan de acción, orientado a las Políticas Culturales para el Desarrollo, que se impulsaran desde la Conferencia Intergubernamental de Estocolmo, en 1998, son piezas claves de este proceso.
La idea de una Agenda 21 para la cultura, que homologara la existente sobre medio ambiente; cobra fuerza, a partir del Foro mundial de la cultura, celebrado en Barcelona en el 2004. Ello explica, el liderazgo asumido por la ciudad de Barcelona en la promoción del proyecto de la Agenda 21 para la cultura. Así mismo, veríamos celebrar sucesivos Foro de Autoridades Locales, idénticos al de Porto Alegre, cuya meta ha sido, arribar a la elaboración de un documento base, para la Agenda 21 de la cultura.
Con la creación del Grupo de Trabajo de Cultura de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), constituido en junio de 2005, se ha dado un paso importante; ya que este organismo, está concebido como el punto de encuentro para las ciudades, los gobiernos locales y las redes que sitúan la cultura en el centro de sus procesos de desarrollo. Está presidido por el Ayuntamiento de Barcelona, y las vicepresidencias corresponden a las ciudades de Estocolmo y Buenos Aires.
El plan de trabajo adoptado (2005-2007), ha tenido como objetivo; “Promover el papel de la cultura como una dimensión central de las políticas locales a partir de la difusión y la implementación de la Agenda 21 de la cultura”. Las labores llevadas a cabo, han sido arduas, incluyendo Congresos, foros y talleres con grandes debates; en los que se han involucrado; autoridades, instituciones, redes culturales internacionales y expertos.
Al declarase el Siglo XXI, el siglo de las ciudades, se ha construido una estrategia sustentada en las ciudades y el desarrollo local. A ello, se sumarían los aspectos relacionados con la diversidad cultural, que ahora tiene su mejor expresión en la adopción de Convención de la UNESCO, sobre la Protección de la Diversidad de las Expresiones Culturales. Estos dos aspectos se incorporan en la Agenda 21 de la cultura, como elementos fundamentales de su contenido. También, las temáticas sobre los valores, los bienes públicos, las fragmentaciones sociales y culturales, derechos culturales, identidad cultural; así como la lucha contra la pobreza.
En septiembre pasado, se dio a conocer en Barcelona, los resultados de un informe del CGLU, titulado: ¨Políticas Locales para la Diversidad cultural¨. Se trata de un estudio, encomendado por la División de Políticas Culturales y Diálogo Intercultural de la UNESCO, al Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona; que da cuenta, sobre las políticas culturales de los Gobiernos Locales y la relación que posee, con la diversidad cultural, la sostenibilidad y la gobernanza.
Consecuentemente, con el grave deterioro del medioambiente, la UNESCO muestra interés por el impacto que, de modo similar, sufre la cultura en el mundo de hoy. La llamada Década Mundial sobre la Cultura y el Desarrollo (1988-1997) y el plan de acción, orientado a las Políticas Culturales para el Desarrollo, que se impulsaran desde la Conferencia Intergubernamental de Estocolmo, en 1998, son piezas claves de este proceso.
La idea de una Agenda 21 para la cultura, que homologara la existente sobre medio ambiente; cobra fuerza, a partir del Foro mundial de la cultura, celebrado en Barcelona en el 2004. Ello explica, el liderazgo asumido por la ciudad de Barcelona en la promoción del proyecto de la Agenda 21 para la cultura. Así mismo, veríamos celebrar sucesivos Foro de Autoridades Locales, idénticos al de Porto Alegre, cuya meta ha sido, arribar a la elaboración de un documento base, para la Agenda 21 de la cultura.
Con la creación del Grupo de Trabajo de Cultura de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), constituido en junio de 2005, se ha dado un paso importante; ya que este organismo, está concebido como el punto de encuentro para las ciudades, los gobiernos locales y las redes que sitúan la cultura en el centro de sus procesos de desarrollo. Está presidido por el Ayuntamiento de Barcelona, y las vicepresidencias corresponden a las ciudades de Estocolmo y Buenos Aires.
El plan de trabajo adoptado (2005-2007), ha tenido como objetivo; “Promover el papel de la cultura como una dimensión central de las políticas locales a partir de la difusión y la implementación de la Agenda 21 de la cultura”. Las labores llevadas a cabo, han sido arduas, incluyendo Congresos, foros y talleres con grandes debates; en los que se han involucrado; autoridades, instituciones, redes culturales internacionales y expertos.
Al declarase el Siglo XXI, el siglo de las ciudades, se ha construido una estrategia sustentada en las ciudades y el desarrollo local. A ello, se sumarían los aspectos relacionados con la diversidad cultural, que ahora tiene su mejor expresión en la adopción de Convención de la UNESCO, sobre la Protección de la Diversidad de las Expresiones Culturales. Estos dos aspectos se incorporan en la Agenda 21 de la cultura, como elementos fundamentales de su contenido. También, las temáticas sobre los valores, los bienes públicos, las fragmentaciones sociales y culturales, derechos culturales, identidad cultural; así como la lucha contra la pobreza.
En septiembre pasado, se dio a conocer en Barcelona, los resultados de un informe del CGLU, titulado: ¨Políticas Locales para la Diversidad cultural¨. Se trata de un estudio, encomendado por la División de Políticas Culturales y Diálogo Intercultural de la UNESCO, al Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona; que da cuenta, sobre las políticas culturales de los Gobiernos Locales y la relación que posee, con la diversidad cultural, la sostenibilidad y la gobernanza.
Este documento ofrecerá una orientación más precisa y sustancial, en la definición de una Agenda 21 para la cultura; permitiendo a los Estados y gobiernos locales hacer más eficiente el plan de acción vigente de la CGLU. En cambio, para los que aún no se adheren, este informe brinda la oportunidad de comprender la trascendencia del mismo.
En lo que compete a los dominicanos, sólo nos queda anhelar que nuestras autoridades de cultura y de gobiernos locales, puedan acoger y adherirse a la Agenda 21 para la Cultura; incluyendo en su discurso y práctica, estos propósitos.
En lo que compete a los dominicanos, sólo nos queda anhelar que nuestras autoridades de cultura y de gobiernos locales, puedan acoger y adherirse a la Agenda 21 para la Cultura; incluyendo en su discurso y práctica, estos propósitos.
Ver Documentos: http://www.agenda21culture.net/docu_adhesio_es.htm

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