Gilberto Gil, Ex-Ministro de Cultura del BrasilDefinitivamente, la percepción y la realidad no siempre van de la mano. Sin embargo la percepción juega un papel fundamental para tomar decisiones y actuar en la realidad. Pero cuidado, Descartes decía: “sólo nos equivocamos en aquello que no hemos percibido bien”.
Recientemente, tras la renuncia del Ministro de la Cultura del Brasil, Gilberto Gil, hemos quedado muy sorprendidos, al saber los resultados de la Encuesta de Opinión del periódico O Globo del Brasil, sobre la valoración que ofrecen sus lectores de la gestión del ministro brasileño.
La encuesta aparecida en la edición del día 30 de julio pasado, arrojó los siguientes:
Resultados de Gilberto Gil, en el ministerio de la cultura:
Pésimo: ………53%
Regular: ………18%
Excelente: …….16%
Bueno: ………..13%
Total ………. 100%
A diferencia de tales resultados, tanto en Brasil como en toda Iberoamérica, la opinión de los conocedores y expertos en asuntos culturales, consideran la gestión de Gil altamente positiva. Incluso, se entiende que estas percepciones del periódico O Globo no concuerdan con múltiples evaluaciones anteriores que se habían realizado sobre su gestión.
Aquí estamos en presencia de un magnífico ejemplo, que muestra como la información puede estar mediatizada por descontextualidad, generando flujos caóticos que induce a lo que podría ser lo que los expertos en flujos de información denominan construcción social del riesgo y la incertidumbre[1], las cuales se provocan a través del manejo de las percepciones y el sentido común.
A favor de Gilberto Gil, debemos decir que no sólo influiría en las políticas culturales nacionales, sino también en el contexto internacional. Para muchos, el ministro Gil era considerado “El Ministro de los ministros de la cultura”, dado sus aportes a los procesos culturales nacionales e internacionales.
Cabe agregar, que Gilberto Gil dotó a su gestión de una “poética”, que en la actualidad no se desea perder en el Brasil con su renuncia. Con ella, humanizó las políticas culturales, haciéndolas perceptibles en el día a día brasileño. Cabe decir, que fue capaz de inspirar su gestión bajo la consigna, "hacer políticas culturales es hacer cultura". Por esta y otras ideas y concepciones Gilberto Gil, hoy se ha convertido en un ministro de la cultura atípico y paradigmático.
Llevarnos sólo de las percepciones de “riesgo” e “incertidumbre”, inconexas con evaluaciones efectivas sobre determinada gestión, a veces suele confundir, creando escenarios de perplejidad, que se sustentan en informaciones incompletas y caóticas. [2] Ello naturalmente, obstruye el conocimiento de la realidad y nos hace errar en la toma de decisiones.
Recientemente, tras la renuncia del Ministro de la Cultura del Brasil, Gilberto Gil, hemos quedado muy sorprendidos, al saber los resultados de la Encuesta de Opinión del periódico O Globo del Brasil, sobre la valoración que ofrecen sus lectores de la gestión del ministro brasileño.
La encuesta aparecida en la edición del día 30 de julio pasado, arrojó los siguientes:
Resultados de Gilberto Gil, en el ministerio de la cultura:
Pésimo: ………53%
Regular: ………18%
Excelente: …….16%
Bueno: ………..13%
Total ………. 100%
A diferencia de tales resultados, tanto en Brasil como en toda Iberoamérica, la opinión de los conocedores y expertos en asuntos culturales, consideran la gestión de Gil altamente positiva. Incluso, se entiende que estas percepciones del periódico O Globo no concuerdan con múltiples evaluaciones anteriores que se habían realizado sobre su gestión.
Aquí estamos en presencia de un magnífico ejemplo, que muestra como la información puede estar mediatizada por descontextualidad, generando flujos caóticos que induce a lo que podría ser lo que los expertos en flujos de información denominan construcción social del riesgo y la incertidumbre[1], las cuales se provocan a través del manejo de las percepciones y el sentido común.
A favor de Gilberto Gil, debemos decir que no sólo influiría en las políticas culturales nacionales, sino también en el contexto internacional. Para muchos, el ministro Gil era considerado “El Ministro de los ministros de la cultura”, dado sus aportes a los procesos culturales nacionales e internacionales.
Cabe agregar, que Gilberto Gil dotó a su gestión de una “poética”, que en la actualidad no se desea perder en el Brasil con su renuncia. Con ella, humanizó las políticas culturales, haciéndolas perceptibles en el día a día brasileño. Cabe decir, que fue capaz de inspirar su gestión bajo la consigna, "hacer políticas culturales es hacer cultura". Por esta y otras ideas y concepciones Gilberto Gil, hoy se ha convertido en un ministro de la cultura atípico y paradigmático.
Llevarnos sólo de las percepciones de “riesgo” e “incertidumbre”, inconexas con evaluaciones efectivas sobre determinada gestión, a veces suele confundir, creando escenarios de perplejidad, que se sustentan en informaciones incompletas y caóticas. [2] Ello naturalmente, obstruye el conocimiento de la realidad y nos hace errar en la toma de decisiones.
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[2] Ver a Rodrigo González Reyes, citando a Covi y Lozano: “Por construcción social de la incertidumbre se entiende la emergencia sistemática y socializada de un escenario de perplejidad.” http://www.perio.unlp.edu.ar/question/nivel2/articulos/ensayos/gonzalezreyes_1_ensayos_18otono2008.htm
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